El lenguaje tiene un poder transformador brutal.
Nuestros pensamientos son lenguaje, nuestras conversaciones internas son de vital importancia a la hora de dirigir nuestras emociones y nuestro comportamiento en una dirección u otra, es decir, conFORMAN nuestra vida. ELIGE pues cómo vivirla.
Si fuéramos conscientes de cómo los pensamientos son capaces de cambiar nuestra realidad, y por tanto, nuestra vida, probablemente invertiríamos más tiempo en cuidar de ellos.
No da igual ocupar el espacio en nuestra mente en pensamientos negativos recurrentes en lugar de pensamientos positivos empoderantes, y tampoco da lo mismo que este hábito se repita en el tiempo y durante un largo periodo de éste.
El ser humano está en constante cambio y evolución, podemos inferir en nuestro “ser” en el momento en que nos hagamos conscientes y elijamos emplear este poder.
Todo triunfo, en cualquier ámbito de la vida, ya sea personal, profesional, material, espiritual…. comienza en los pensamientos que cada uno introduce en su mente CADA SEGUNDO de CADA MINUTO de CADA DÍA de su vida. El mundo exterior refleja el estado del mundo interior.
Haciéndonos conscientes de nuestros pensamientos e incidiendo sobre ellos así como sobre la manera que tenemos de reaccionar ante los acontecimientos de la vida, uno comienza a escribir el libro de su vida.
Tanto el bienestar como el malestar sostenidos en el tiempo son acumulativos.Cada día cuenta.
No concedas ni un solo segundo a pensamientos negativos destructivos,
acéptalos, deja que lleguen y elige quedarte en los pensamientos positivos y /o funcionales.
Así mismo no concedas ni un solo segundo a la “PREVISUALIZACIÓN” de momentos de tu vida que aún no han ocurrido, “baja”, vuelve a tu instante presente, y ese momento llegará de una manera muy distinta a la que habría acontecido en tu mente.
Los pensamientos negativos, ya sea en forma de imagen visual o de palabras generan sensaciones corporales dolorosas, estas sensaciones producen al mismo tiempo emociones como por ejemplo el miedo…
Del mismo modo, las emociones y sensaciones corporales generan pensamientos, de ahí la importancia de aprender a detectar los pensamientos, sensaciones y emociones a través del trabajo de la atención y consciencia plena, y así de esta manera poder observar y elegir si te quedas ahí o si los aceptas pero eliges ampliar consciencia y no concederles todo el espacio.
Todas las cosas que te reporten emociones positivas, si puedes, incorpóralas a tu vida, por tontas que parezcan, un cuadro, un aroma, el tacto de tu perro al acariciarlo… las emociones inciden directamente sobre nuestros pensamientos y éstos sobre nuestras acciones y esto ocurre en todos los sentidos, las emociones, pensamientos y acciones y comportamientos están íntimamente ligados entre sí.
Incorpora a tu vida esos hábitos que sabes que te van bien, ya sea el deporte, la meditación, el yoga, la alimentación, el descanso….
El ejercicio de cardio moderado es un gran aliado en el proceso de superación de la ansiedad, así como una dieta baja en cafeína, azúcares y sal.
Nunca es tarde, siempre es un buen momento para redirigir nuestra vida,
nuestro cerebro es susceptible de cambio
en cualquier momento.
PD: Si necesitas motivarte para empezar a construir esos hábitos, en esta web puedes encontrar un buen punto de apoyo sobre el que impulsarte.
Redactado por: Inma Gómez-Lechón, Terapeuta & Coach.
Foto de Toa Heftiba descargada en Unsplash.